Una Boda es un día de brindis, sin lugar a dudas. Así que comenzar el día brindando con cerveza de la tierra es un gesto natural y muy divertido con el que quisieron templar los nervios del novio sus amigos. Amigos que no se alejaron de él en ningún momento y que lo ayudaron a vestirse. Porque en una Boda no solo se viste la Novia, tan difícil es anudar bien una corbata como colocar un cancán. La Novia, Elena, contaba con su propia ayuda, para vestirla, por fin estrenaba su tan buscado vestido de Novia, para cuidar de su maquillaje y peinado. Ella estaba radiante y el estupendo.
Marcos y Elena decidieron, desde el momento en que comenzaron a planear su Boda, que querían, por encima de todo, divertirse. Que sus queridos amigos, lo pasaran increíble, que su familia olvidase protocolos y se dejara llevar por el momento. Sin vergüenzas ni poses. Porque Marcos y Elena son así, espontáneos y geniales, así fue su Boda. Sus fotografías lo demuestran, porque todas son momentos robados entre carcajadas y cariño. Entre piernas cansadas de tanto moverse y corbatas lanzadas al aire. Una Boda pensada para ser disfrutada. Estamos seguros de que este día lo conservarán en su memoria para siempre. Una Boda verdaderamente genial.